Breves instintos
Mi cara es un poema
los ojos, mis llantos
truenos, los oídos
cavando mi fosa,
vital,
de supervivencia
indecente,
esquivando sueños
olfateand mi perdición.
P-E-N-E se llama
mi mando,
y deletreando mi control
cual espolón desarmado,
escucho mis pesares
declamo odas;
elegías de recuerdos
y pensamientos locos
recorren mi mente,
buscan mi corazón.
Es en vano, éste yace baldío,
falto de metas
aletargado.
Sombras caducas retornan al tiempo,
cuando el cuerpo se atreve con sí mismo,
la mente pelea
el body se sojuzga
se alza, inerte, estanco;
y en esa turma de flases
de pasiones veloces
y sentimientos apagados
la válvula se agrieta
sólo para dar paso
al tenue devenir del tiempo
al tic-tac del reloj,
anunciando las horas que se van
y las que vienen.
cuando el cuerpo se atreve con sí mismo,
la mente pelea
el body se sojuzga
se alza, inerte, estanco;
y en esa turma de flases
de pasiones veloces
y sentimientos apagados
la válvula se agrieta
sólo para dar paso
al tenue devenir del tiempo
al tic-tac del reloj,
anunciando las horas que se van
y las que vienen.
El acto reflejo ya es pasado
y la barbarie da lugar al intelecto;
y recobrando ya nuestra psique
la razón nos abre, de nuevo,
sus puertas.
y la barbarie da lugar al intelecto;
y recobrando ya nuestra psique
la razón nos abre, de nuevo,
sus puertas.
¡Todo vuelve a la normalidad!
El animal se torna máquina
y la rutina, persona.
El animal se torna máquina
y la rutina, persona.
Copyright:
Poema:
©Ángel Brichs
Imagen:
©Abi Pap, 2009
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