Algunas prosas escogidas, XXXVIII: Rodrigo Conde

Azares

Hay detalles en nuestra vida que no tienen ninguna explicación, hay «suertes o casualidades» que surgen en el momento más oportuno y nos hacen sentir que los sucesos no están librados totalmente al azar. Estas pequeñas cosas son las que demuestran que nuestra existencia va hacia una dirección que, tarde o temprano, terminaremos descubriendo.

Por mi parte, no creo que haya algún dios que me observe, espíritus que me cuiden o fuerzas que me protejan. Sólo sé que cuando la locura me envolvía hubo luces que iluminaron mi razón, cuando todo estuvo en tinieblas de algún modo encontré la forma de seguir y cuando parecía que todo estaba perdido había algo en mi corazón que me decía «sigue, sigue, todo tendrá sentido cuando salga el sol»...

Del mismo modo, tengo la certeza de que hay algo oscuro en mí que lleva mi alma a la corrupción, pero cuando más hundido estoy en mis propios pecados más fuerte siento los indicios de la luz guiando mi locura. Sé que el mundo es un lugar hermoso lleno de peligros, pero estoy tranquilo, todo marcha bien, si alguien como yo es capaz de cosas buenas y bellas es porque hay belleza y bondad en todos nosotros.

Hace mucho tiempo, me lo dijeron, pero tuve que pasar por muchos azares para poder entenderlo de verdad: «Hay un sentido detrás de esta locura que es estar vivo, porque todo ocurre por alguna razón».

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Imagen: ©J. A. Pellicer (de la serie fotográfica «Valores humanos»)





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