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lunes, 1 de noviembre de 2010

Poesía en blog XV: Roser Amills

"Leer a algunos de los nuevos poetas del siglo XXI, como Roser Amills, nos evocan hasta una época dorada, donde se empezó a crear una suprema necesidad de eternizarlo todo con una cámara. Ahora, sumidos ya en lo vacuo, en la simplificación de la vida y la escenificación mínima de la realidad que nos rodea, sacando el lastre innecesario, no nos impide de hacer algunas escapadas a nuestro pasado más inmediato, donde el gusto por el simbolismo se mezcla con un neorrealismo exacerbado que aúlla, estéril, en versificaciones más propias de la poesía concreta, paradigma y precursora de esa otra visual que nosotros mismos nos hemos creado".

Ángel Brichs
Columnista de la Revista Belianís
www.belianis.es/angelBrichs.htm










I. LOS CAFÉS
(del poemario Uno solo, por favor)



Hoy es posible empezarlo todo:
mi deseo de amor delimita el mundo.










Abro

una a una las páginas
de este día malvestido
y encharco con ellas mis pasiones sin alas,
riego murmullos de quejas y horas,
cavo el chasquido de unas imprevistas piernas
abiertas,
esa forma inabarcablemente propia de superar los días.
Sí, me obligo, de improviso,
a caminar una tarde nómada de latidos
llanos tras la angustia
y voy contando tu edad desconocida
entre tantos pies que pasan.
A tu paso, una compresión pulmonar,
una sed mal venida,
la inmensidad loca
de tu autonomía
y yo que quisiera volando escapar de las raíces
de las siete:
temible y esclarecida
tu espalda sudorosa me detiene.



Sé que aún no me piensas,
pero ya nos sentimos un poco.
Un día poco a poco doliente
sentada en un gran café,
entre sillas prometidas
y urbanas esperas sin sed,
(el café no ha cambiado, no se ha movido siquiera)
indolente y serena,
aferrada a un fino libro de horas y canas
hueras, sin actividades marchita
esperaba mi dama.
—Públicamente afligida,
ansiosa de dudas y almas,
la desdichada luz de la puesta
se alzaba de tarde inventada—.



Reconozcamos que la mejor solución, en estos casos,
consiste en entregarse lentamente
a la desesperación del náufrago:
observar el salitre de las olas
y correr el riesgo de que algún intruso
nos quiera salvar la vida.
Las primeras obras
fueron elevadas;
hoy, groseramente histórica,
mi boca sólo clama
por tu amor.
Brota sin trabajo un fulgor marchito
y es ya luz enhebrada de luces
y un viaje sin caminos.





En el interior del bar la bombilla justa,
un frufrú de aguas calientes,
el soñoliento epigrama de tus palmas vacías
y este desasosiego absurdo,
resbaladizo,
que devora,
las puntas hacia fuera,
embebido en gritos,
la pausa inmensa de otro domingo
_________________________________________________cualquiera.
Es conveniente e incluso
imprescindible
creer que el Eixample es monótono
y aburrido.





Hay que entrar en ese café de la esquina
y entregarse a la película francesa
que nos gustaría vivir.
Entro, sin apenas un ruido,
y cargo mis ojos de cenefas,
desvisto los hombros del abrigo,
levanto unas cuantas esperanzas,
desperezo mi camisa
____________________________________y atiendo a todos y cada uno
de los resquicios de tu vida.





Tras el holgorio acuartelado
de los expresos sorbidos sin pausa
intuyo un orden pasajero de posavasos sucios
entre espuma de cervezas.





En todas partes subyace coronada
una melancolía redentora de tazas que se enfrían:
amar es desenvainar los días uno a uno
_______________________________________________como un verso.
Junto a la puerta que no da al vano,
cargada de versos y vasos
una sonrisa con manos
y mis grandes pensamientos



mundanos.
Inmediatamente, cual anónimo
gesto epistolar, una taza,
pido una taza de certificación notarial,
que todos sepan de mi espera.
El cielo amarillea, azulea, enrojece,
tus ojos se perfuman,
todo eso es el cariño,
incluso los lazos,
pero uno se ve envejecer fragilísimo
y sabe que no durará eternamente
y llegan las prisas
en un despliegue
exacto
de asertos saltadores de cornisas.
Me atenaza el cuello
el nudo apretado de tu distancia
esa forma de no mirarme,
mortalísima llaga
elevada congoja:



sé que ya algo desnuda bajo el vestido
preguntas sin decir nada.
Los músculos de tu nombre,
—cuando por fin me lo has dado—
me tocan la cara
en un rubor



estremecido.
Mido el espacio ultraplegado
que esta tarde ha dispuesto súbitamente
entre tus horas y las mías
y pienso en el amor,
un sereno e ineficaz
salto al vacío.
Lo inesperado
sólo cuando es dúplice puede ser perfecto.
Felices como altramuces
los camareros más amarillos enturbian las mesas,
arrugan los platos,
entregan boletines de espera,
ajustan sin cesar sus brújulas enloquecidas
de cualquier manera.



Una brisa displicente
de leves sobresaltos
me lleva en bandeja
a la costa de tu isla.



Las voces, ya más confusas,
en festón burbujeante me alegran.



¡Ah! A pie de página,
yo ya nadándote,
tú en tu ingenua validez pública
y el sol cayendo cual flechas.
Humeaba la fábrica de embelecos



de la cafetera,

un asedio de verbos bruñido,
una invitación vaporosa
a la verborrea.


Y, sobre todo, tu sencilla tibieza.

























"Los escritores de mi generación, ya posteriores a los novísimos, y quizás más avezados a una lírica de lo social que a retratar pirámides y dioses apolíneos, aun no siendo de nuestra época, no podemos dejar de pensar en la grandiosa Colita y los tejemanejes de la Gauche Divine barcelonesa de finales de los sesenta y setenta cuando leemos algunos de los modernísimos poemas del poemario Morbo definitiu de Bibiloni".

Ángel Brichs
Columnista de la Revista Belianís
www.belianis.es/angelBrichs.htm








Tarda de compres a Barcelona


Quan vaig passar a veure la botiga
van ser molt amables.
A més hi ha joguines en exposició
que es poden tocar.
Vaig veure una triple obturació simultània
al costat de les llaminadures
i una revista alemanya on una noieta declarava
"tinc els mugrons durs com taules",
lubrificants de molts colors, irrumacions
i feres engabiades, biberons, mangales,
petxines, figues, flabiols sense forats,
caus elèctrics, selves exuberants, espases
de totes les grandàries i proporcions


i una postal plastificada
de la Torre Agbar.
















Avui em fa sol entre les cuixes


Avui em fa sol entre les cuixes i tot va al gra,
la dona ha entrat al sacseig de la cultura i al sexe
dels forats foscos que es miren sense ruboritzar-se,
et parlo de les petites i belles perversions
de que hi ha vegades que cal aturar-nos,
cal obstaculitzar el pas per a que la gent miri els núvols
i es pregunti quines formes poden arribar a prendre
i cal fer un solo de flauta sobre el paper
per celebrar-ho,
cal eixamorar l’herba amb la llengua,
amorrar-se al piló per aprendre
a dir-ho tot amb el nom que té
i les ganes amorosides que manquen
i cal dir ciclista sense calces, parrús
i cony i natges i esquerda badada,
amb la boca curulla de semen
cal copsar els antecedents,
la vigília del plaer que degoteja
i distingeix a una dona entre les altres dones
i d’on venen les fires de pony-girls i els polos
de maduixa, les ganes d’estirar-nos
per tocar una pell i l’altra
amb la llengua xalesta i capaç
d’assaborir el gust dolç i amargant
i el salat i l’irreverent i el veritable
d’un fet de profunda transcendència:


eixarrancar-se.


















Després de sopar

Després de sopar hem baixat l’escala de cargol
i sense fer soroll ens hem amagat a sota:
volia comprovar si és veritat
que la salsa de tomàquet donaria bon gust
al sospir que t’havia de treure de l’ànima.













Mal negoci

He sortit al capvespre
a fer de puteta barata, barjaulot de revetlla
insinuada asseguda a la barra del bar
però no he fet negoci, ni caixa ni clients:


tots aquells que s’han apropat
s’ho podien endur tot de franc.


































Algunas notas acerca de la autora...



Roser Amills Bibiloni, nacida en Algaida (Mallorca) en 1974, es una escritora y poeta afincada en Barcelona desde 1992. El año 1995 empezó su labor periodística, trabajando para numerosos grupos editoriales (Critèria-Grup Cultura 03; Globus Comunicación; Grupo Godó-El Mundo; Seix Barral; Grijalbo-Mondadori o Grupo Zeta, en la que fue redactora de WOMAN, CNR, Tu Salud, You, MAN y Jefa de Redacción de SUMMUM), especializándose, más tarde, en su faceta (ya consolidada) de periodista digital. Es autora de varios libros en catalán y castellano, tanto de poesía como de relatos, entre los que podemos distinguir a Uno solo, por favor (Editorial Calambur) o Lais per amants distingits (Abadia Editor). En la actualidad es miembro del equipo de Letra de Cambio. La Nueva Literatura de Analecta Literaria y jefa de prensa del Premio Terenci Moix de Narrativa Gay y lesbiana. Ha participado en numerosos recitales de poesía y coordinado portales y revistas de ámbito digital de cierta relevancia (como la publicación Nosotras.com) participando, a su vez, en algunos eventos (Ciclo NARRA el DORS del Carmel, 2010, junto al escritor Matthew Tree o en el catálogo Artistes per a un nou segle 7, de la Galeria Canals de St. Cugat) y programas radiofónicos y televisivos (en 25 TV o Canal 33).


También ha incursionado en el ámbito ensayístico (Nos casamos, Maeva Editorial, 2004) y en la crítica artística (Mejan, biografia del pintor, Anuart Edicions, 1998). Pero sólo necesitaremos leer algunos pocos versos de los poemas que publicamos hoy en LITERATURA DEL MAÑANA para saber donde radica el verdadero talento de esta autora polifórmica. Los cafés, la primera parte del poemario Uno solo, por favor, ganador del Primer Premio de Poesía Universidad Politécnica de Madrid; y Tarda de compres a Barcelona, Avui em fa sol entre les cuixes, Després de sopar o Mal negoci, pertenecientes al poemario inédito Morbo a Barcelona amb vint-i-cinc cèntims de vi, nos reflejan el género lírico donde esta autora mece todo su interés y devoción: el erótico.



La poesía erógena de la autora balear está dotada de un cúmulo de imágenes que la aclaman como una clara heredera de la poesía realista de los setenta y, a su tiempo, la acercan a una visión particular de ver la vida que busca su equilibrio entre el perfil del poeta callejero de finales de los noventa y este nuevo autor, artista multidisciplinar y buscador incansable, que refleja la personalidad del bohemio que nos ha traído este milenio. Amills experimenta con el lenguaje de la misma forma que la poesía lo hace con el mundo, aludiéndonos un esquema nuevo en el que los tabúes y metáforas sin sentido desaparecen para dejar paso a esta nueva mujer del XXI, libre al fin de toda atadura moral y sicológica, que argumenta sus palabras según su forma de pensar, sin atenerse a las consecuencias. Y no es precisamente en la ausencia del lenguaje austral (ausente de sexo), típico en la poesía de los 80 y 90, donde el lector de nuestros días se siente a gusto. Éste ya ha superado los miedos de antaño. Es más, se puede decir que su imaginación lo abarca casi todo, y carece ya de límites o de barrera alguna. El poeta, entonces, sólo tiene que pisar a fondo el acelerador e ir hacia donde los nuevos carburantes líricos (lógica y simplicidad) de la presente generación arroba pueden llevarle. El resto del camino: el de siempre, empero: la habilidad del escritor para ganarse a ese público que siempre pide más, y que no se conforma con algo pequeño, prueba de nuestra continua evolución.




Recientemente, en este 2010, ha participado en una antología colectiva de relatos en catalán: L'arbreda ebrenca, editada por March Editor y prologada por el periodista y escritor Víctor M. Amela, la cual acaba, también, de publicarse.









Copyright:



Poemas e imagen:
©Roser Amills



Reseña:
©LITERATURA DEL MAÑANA



Publicado en este blog con el consentimiento de la autora:
www.literaturadart.blogspot.com











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