ALGUNOS ASPECTOS A TENER EN CUENTA EN LA ESCRITURA LITERARIA
BLOQUE NARRATIVO
Lección 1
Teoría sobre el tratamiento del texto.
De aquí en adelante vamos a ver toda una serie de temáticas relacionadas con lo que los escritores entendemos como tratamiento del texto. El texto, en sí, es un arte vivo, ya que éste tiene forma, aspecto y ritmo. Por ello, tenemos que mimarlo como si fuera una parte más de nosotros mismos, pero dentro de unos valores estrictamente literarios, o sea, con la misma ciencia que lo hace posible, es decir, la Literatura. Eso sí, el texto no tendrá el mismo aspecto si se tratara de un artículo o un relato. Aunque las bases contextuales de un relato o un artículo son parecidas, descripción de un suceso, o en su estructura formal, introducción, nudo y desenlace, en uno y otro no se podrán tratar la expresión por igual. La narración, en su caso el que venimos a contar aquí, o sea, el relato, en su nodo literario, tiene la obligación, o por menos la necesidad, de utilizar un lenguaje menos objetivo que el artículo dónde la aptitud del escritor para innovar es el centro predominante. En cambio, el artículo utilizará un lenguaje sencillo, objetivo y simple, para fraguar en pocas palabras y en una nota de prensa de pocas líneas o en un artículo de no muchas más, lo que el relato cuenta en diez, veinte o treinta páginas. Por tanto, los retoricismos expresivos, en un grado, por menos importante, quedan al margen de ese tipo de escritura, mientras que en el relato abundan según su caso.
Por otra parte, partiendo de la dificultades que deberá salvar el escritor para definir ese artículo o ese relato, destacaremos una de las más importantes, que es la del subjetivismo escrito. Esto es cuando el escritor no se da cuenta de lo que escribe, pierde objetividad y omite palabras y razonamientos porque él ya se piensa que se van a entender pero que al fin sólo él entiende. A su vez, para intentar salvar esos errores, existen varios métodos que nos ayudarán a profundizar y acabar con esa dinámica, como veremos más adelante:
I) Polifonías
Cuando escribimos, a menudo dejamos en el camino toda una serie de incoherencias fonéticas que, a menudo, alteran la expresión o significado del texto. Estas son las polifonías. Una polifonía puede tener un significado objetivo o buscado por el escritor, en el caso de diálogos o cuando se quiere enaltecer un epígrafe o apartado del cuento o del artículo que vamos a escribir. P. ej: Yo soy, soy yo. Pero, por regla general se trata de errores que hemos cometido sin querer. P. ej: La tuerca se rompió, y hacía como un ronquido, rodando por la escalera.
II) La importancia de la lectura en el desarrollo de los textos escritos
A tenor de lo que antes se ha dicho, el leer lo que escribimos, antes, durante y después, nos ahorrará más de un disgusto y numerosas correcciones. Muchas veces, empero, tenemos que leer varias veces para encontrar el error que hemos de subsanar. El problema de ello es que creemos que lo que se ha escrito ha quedado bien. En ese caso, si dudáis demasiado, cederle el texto para que lo lea una persona que no conozcáis y os ayudará a definiros más.
III) El sujeto “escritor” o el subjetivismo en la escritura
Uno de los males peores de un escritor es el mismo hecho de ser escritor. O sea, ser muy apasionado, un megalómano o un dudoso nato. Debemos rehuir esas tres ya que un escritor, desde el punto de vista narrativo tiene que ser un ente neutral y no subrogarse a nada. Solamente en ese estado de neutralidad podremos escribir bien y no caer en el narcisismo.
IV) La expresión literaria. Los retoricismos
Los retoricismos expresivos forman parte del lenguaje literario y ayudan a dar un contexto animado al texto, sin perder belleza pero sin acuñar pedantería tampoco:
He aquí algunos ejemplos:
Adjetivación: Se produce cuando varios adjetivos calificativos acompañan a uno o más sustantivos.
Ejemplo:
Arde presurosa, arde cruel, impura, sagaz, tenue, sin par.
Aliteración: Se entiende como la repetición reiterada de la primera letra consonántica en dos palabras que van unidas.
Ejemplo:
Toro malo observador, alegre espécimen.
Apéndices:
I) Tratamiento en artículos.
Un texto de artículo ha de ser concreto, conciso y sobre todo, breve. Las florituras y los efectos estéticos deben estar exentos de él. También cualquier paternalismo o sentimiento personal. Por mucho que nos duela, siempre tendremos que tomar parte por un lado u otro pero no convertir nuestra escritura, “nunca”, en un vehículo propagandístico, ya que al hacerlo estaremos vulnerando todo el lenguaje literario que tengamos, para escribir “dando órdenes”. Ante todo debemos ser humildes y no contar todo lo que sentimos. Aunque a veces nos sirvamos de un patriotismo o melancolismo exacerbado para relatar un suceso, momento en el que las palabras se suceden rápidamente, nada es gratis, con lo que debemos dominar nuestros impulsos, siendo fríos y viscerales para intentar conseguir, no el impacto deseado por nosotros sino estar a medias con el público, a lo que tenemos, como no, siempre, de mantener un ritmo, un estilo, y no divagar, ya que de ello dependerá que tengamos aún una columna dónde escribir o nos encontremos de patitas en la calle. Podréis tener muchos pensamientos análogos u opuestos a lo que he acabado de contaros, pero por mucho que os duela, esto es así y de ninguna otra forma más. Y es que el tratamiento del texto es una tarea más del estilo académico que profesional. Por eso, el tratar un texto determinado, equivale a hacer innumerables reseñas para encontrar el moldeo que mejor nos va para él y para nosotros, buscando esa forma de vehicular la escritura para conseguir llegar dónde queremos ir. La escritura nunca ha sido un juego. Ni para aquellos que les es fácil escribir lo es; y el que lo pensara nunca escribirá de forma que se le llegue a entender del todo o alcance un rigor académico o ser moda en sí mismo. Habrá caído para siempre en el ostracismo escrito. Levantarse sólo dependerá de él.
II) Tratamientos en narrativa
No es que exista mucha diferencia entre la narrativa y el artículo en cuanto al tratamiento de textos se refiere, pero ante todo, en la narrativa, ha de contener un flujo importantísimo de ideas, sino es imposible querer escribir en este género. Para ello, el escritor ha de poseer una innata capacidad memorística, pero, aunque ello no fuera así, hay forma de remediarlo con varios ejercicios psicotécnicos, que nos permitirán adquirir unas costumbres que nos faciliten el proceso. Uno de ellos es leer constantemente y hacer resúmenes de lo que leemos para sí acordarnos siempre. Otro es aducir una palabra con un “tema” leído o escrito, de forma que al ver esta palabra, sabremos lo que tengamos que hacer en varias direcciones. Trabajar la mente es muy importante, pero lo es más trabajarnos a nosotros mismos, ya que sin disciplina ni voluntad de mejorar, nuestra faceta habrá muerto, y nuestra escritura también.
III) La intrusión de la literatura en el periodismo. El reportaje. El foro y el debate. El cualunquismo. La estética del lenguaje periodístico. Notas acerca del lenguaje periodístico passoliniano.
Desde la óptica periodística, existen toda una serie de fórmulas escritas o si queremos decirlo, y como más adelante se dirá: subgéneros. Estos son varios. Pero principalmente existen tres: El comunicado, el artículo o columna y el reportaje. La literatura ha traspuesto muchos formatos antiguos de ver el tratamiento de textos, dejando paso a la objetividad literaria de la escritura periodística. Y es que, ante todo, el periodismo usa de canales de información suprarrealistas como el foro y el debate, al contar con una expresión que le es dada al periodista “desde fuera”, por lo que no tiene necesidad de inventar. De esa manera, por tanto, concibe un sentido abstracto pero muy objetivo de ver la realidad, por lo que le hace adoptar como fin directo una fórmula que utilizamos muchísimos escritores: el ensayo. Dentro de estas variantes y ciñéndonos al lenguaje literario, valoraremos tres aspectos unitivos que son muy importantes y a la vez afines, y que nos ayudaran a entender el articulismo en su dimensión. Uno es la incapacidad creativa o el copismo excesivo, prueba de la falta de ideas que hace basarse en los autores en otras ya preexistentes (ver cualquier reportaje de un periódico dominical o suplemento cualquiera. Lejos de tener rigor, vemos en ellos una robótica en la escritura que no nos dice nada ni aporta mucho tampoco. Es lo que se podría decir NOTICIAS LARGAS. Dentro de ese aspecto cabe reseñar, y ello yendo a los años 60-70 en Italia, el cualunquismo. El cualunquismo no es más que la estética de una tercera vía. Es decir, y expresado en términos políticos, una forma diferente de no ser de izquierdas ni de derechas y representar una idea sin cambiar nada. Contra ese cualunquismo, había toda una serie de escritores, actores y cineastas que combatieron acérrimamente para cimentar un contexto político-social diferente de ver las cosas que en la época pasada de Aldo Moro. Ante la incapacidad de solventar los problemas que se ceñían sobre Italia, esos artistas cargaban con sus columnas de sus respectivos periódicos para inculcar o concienciar a la sociedad a favor de un cambio real. Aunque siempre ha habido precursores en ese sentido, a partir de esos años, y ante un cambio latente, que lejos de disiparse, alcanzaba un contexto social que le daría continuidad hasta hoy, los medios de comunicación vieron el poder que tenía la noticia vista desde órbitas diferentes y a la vez dentro de un mismo medio, en este caso la prensa. Así nació la estética dentro del lenguaje periodístico. El foro en internet y la sección de opinión y de preguntas y respuestas entre los escritores y/o personajes célebres y los lectores. Todo había cambiado, de una inactividad o univocidad, hacia una interactividad propia de internet. Por último aspecto, reflejaré brevemente un estilo, en lo que a materia de artículo de opinión se refiere, que se utilizó en Italia en esos tiempos, este era el lenguaje passoliniano. Pier Paolo Passolini era un escritor y cineasta italiano al que emparejaron con el comunismo. Pero en realidad, él estaba en contra de muchas ideas que ése postulaba. Passolini utilizaba el diálogo como voz del artículo, que lejos de ser un discurso escrito, gracias a su notabilísima escritura con numerosos culteranismos y academicismos, trataba de ideas reales, que turbaban a la gente y que eran en sí mismas noticia, y que él utilizaba medio la arma de la epístola (la carta), creando un cuerpo de interactividad entre el lector-escritor, haciéndose partícipe los dos de la lectura-escritura. En la revista tempo, publicó numerosos artículos, muchos de los cuáles se encuentran escritos en un volumen de la Editorial Grijalbo, sección crítica, denominado “El Caos. Contra el terror.” El lenguaje passoliniano era combativo, pero soberbiamente culto, decía lo que pensaba y llegaba a ser impúdico y hacía sacar de dentro todo lo que quisiera a todas las personas que dibujaba en sus notas y artículos. Pero no era un genio, sólo trataba su escritura con mucho cuidado y usaba el tópico de la pregunta-respuesta, haciendo trabajar al lector, así se permitía el lujo de trabajar el texto a costa del prójimo, que era el que le daba las ideas, con sus repuestas, para el siguiente, y así, sucesivamente.
Lección 2
Teoría sobre las erratas
I) Tácticas para corregir más rápido y equivocarse menos.
Cada uno sabe dónde comete más errores en un texto ya que siempre se tienen más dudas en algunas palabras, en las tildes o en determinados aspectos gramaticales. Para no perder tanto tiempo corrigiendo es bueno hacerse una chuleta antes de empezar. Veréis como corregís menos. Solamente tendréis que dar forma al texto en su contenido, debido al problema de que a veces, cuando pensamos y escribimos, nos olvidamos de dar un sentido objetivo a la frase y tendemos mejor a regalarnos los oídos con palabras altisonantes que acaban embruteciendo más el lenguaje que embelleciéndolo. Por contra, a veces también tenemos la mala predisposición a cometer errores de vocabulario, incorporando comodines, cuando no sabemos qué poner. P. ej: tema, tele, cosa.
II) El principio de la hipercorrección.
No nos debe asustar equivocarnos ya que la misma acción de equivocarse es un precepto de lo más humano. La hipercorrección no tiene nada de malo, excepto si lo vemos como algo común en nuestra escritura. Eso se deberá por dos aspectos: uno será por culpa de no haber reforzado la lingüística recientemente y otra es por tener una mala preparación literaria, pero eso lo vamos a remediar en este curso, en el que os iré explicando todos los trucos que os podrán ir ayudando.
Lección 3
Teoría sobre la lectura
I) Leer en voz alta
Una vez hayáis acabado de redactar un texto, aunque no esté terminado, leerlo en voz alta y conectar lo que estabais escribiendo con lo que leéis para con lo que queríais escribir. Si lo conseguís, es que habéis escrito bien. Si no, tendréis que reescribirlo casi todo. Por ello, es muy importante escribir y leer en voz alta al mismo tiempo en que se escribe. Eso se llama correlación de datos o expresión sensorial.
II) La oratoria y la improvisación
Otro método para llegar a escribir bien es este: Coger una hoja y escribir sobre el tema de un artículo que queréis escribir. Luego os plantáis en una sala, con gente si queréis o solos si os da vergüenza, y hacer un ensayo de diez minutos haciendo un discurso de ese tema. De forma improvisada os saldrán multitud de ideas que no habríais ni pensado poseer. Luego las escribís en el papel, hacéis un esquema para darles un sentido y escribir el artículo. Es un buen remedio para fomentar la improvisación y luchar contra el alzheimer literario.
Lección 4
Teoría sobre la composición y desarrollo de textos
I) La fuerza de voluntad
Sin este adverbio sería imposible llegar a dónde queremos. Es importantísimo ser voluntariosos y no deprimiros si no os sale lo que queréis. Ya os saldrá. Pero no os echéis, ya que no os levantaréis, y si lo hacéis ya no tendréis el mismo ímpetu que antes. Es básico para todo escritor, poseer una buena dosis extra de positivismo y una condición anímica casi infranqueable.
II) El lenguaje final o la libertad expresiva
El lenguaje definitivo no existe. El hombre, al igual que la máquina, gracias al conocimiento del hombre, día a día va desarrollándose y evolucionando. La escritura, debe ser ante todo, propia e imaginario del escritor. El basarse siempre en la teoría está bien, pero si queremos ir más allá, ser diferentes y que nos tengan en cuenta por ello, cabe ser imaginativos, separase de todo, que gracias a los conocimientos previos, podremos conquistar en forma de libertad de pensamiento, y de expresión. Será luego cuando tendremos de crear nuestro estilo, formando nuestro carácter como escritores, pero sin ir a contracorriente. Siempre, con un significado, la libertad expresiva no es un regalo ni es gratis, es una forma de inventar algo, y no una regeneración del todo. La mentalidad del lector es demasiado tradicional como para que le perdamos con tanto cambio.
III) El plagio retórico. La falta de ideas. El alzheimer literario.
Como se dijo en la Lección 1, el copismo es propio de una mente con incapacidad memorística. Ello es debido a veces a la intrusión de numerosos conceptos que lejos de ser de importancia, obstruyen la mente del escritor contándole datos que hacen rehuir a los que son interesantes, o sea, las ideas, diluyendo así horas y horas de lecturas y cómo no, de la misma voluntad para seguir adelante. Eso se debe a que, a menudo, no utilizamos ni nos valemos de las fórmulas adecuadas para cultivarnos en la lectura ni en la abstracción de datos. Eso a la larga nos puede conducir a una pérdida temporal de la memoria conceptual, es decir, esa abstracción que nos hace pensar en una sola cosa y no en dos o en tres a la vez. Ante todo, hemos de conservar nuestra forma de escribir y leer, y para ello tener una meta, un objetivo. Nunca he conocido a ningún escritor sin objetivos, ya que éstos se dirimen de la misma gnosis escribiente.
IV) Acumulación de ideas. Las dudas del escritor.
Las dudas pueden ser comunes en el escritor, y ello es cuando hemos estado una temporada sin escribir, y a su vez, no nos hemos cultivado lingüísticamente. Cuando empezamos a abordar la gramática, la semántica y los recursos, a reforzarlos, leyendo y consultando otra vez, y cada vez de la misma forma, veremos como por arte de magia, nos vienen cuántos conceptos filológicos o literarios a la cabeza, casi sin pensar y de la manera más clara posible.
V) El camino hacia la lógica
La objetividad es imprescindible para el escritor ya que si no la tuviera de mano, su obra se tornaría en un vehículo subjetivo de su conocimiento, y todo el lenguaje que posee se convertiría en filosofía barata.
Apéndices:
I) Algunos trucos
En literatura existen toda una serie de trucos que cada escritor se guarda para sí. Estos, en sí no son más que el producto de la experiencia que cada uno hemos ido cultivando a lo largo de los años. Ni pienso obligaros a basaros en estas premisas ni dedicaros a contároslas todas, ya que prefiero que cultiváis las vuestras aunque muy arraigadas y escondidas las tengáis. Abajo, en los ejemplos, veréis “algunos”:
Ejercicios y ejemplos:
Hemos dejado varios ejemplos sobre artículos y narrativa en general, los cuáles, hemos definido en subgéneros diferentes según el objetivo, forma y estilo de cada uno. Como ejercicio de comprensión y estudio de todo lo que aquí hemos dicho, aconsejamos que los alumnos del curso intenten escribir “a título libre, tanto en el tema como en la forma”, un ejemplo propio de cada subgénero, tal y como abajo se detalla.
ARTICULISMO:
Comunicado o Nota de Prensa.
El comunicado o nota de prensa es un texto objetivo que refleja una realidad, un suceso, de forma escueta, a modo de cable o teletipo para que el lector que lee el texto, le baste pocos segundos para descubrir lo que pone. Este tipo de escritura ha de ser esquemática.
P. ej.:
“PESTE BUBÓNICA AMENAZA VALENCIA”
Un brote de peste bubónica se ha iniciado en Valencia
(España). Los expertos creen tenerla controlada antes
del Domingo próximo. Por el momento se han detectado
tres focos de epidemia en diferentes barrios de la ciudad,
que ya han sido acotados y puesta en cuarentena toda
la población afectada.
Valencia 22 de Febrero del 2000
Agencia, 23
Véase también cualquier ejemplo de periódico o Diario.
Artículo de columna o de opinión.
A diferencia del comunicado, el artículo, ya sea columna o de opinión, requiere una especialización en el tratamiento del texto. Mientras que el texto del comunicado plasma la noticia, cosa que no requiere una habilidad especial en la escritura sino saber conectar todas las frases en un argumento y, frecuentemente, de forma improvisada; la columna o el artículo necesita un diseño previo. Asimismo, la construcción del mismo tendrá tres fases: Tema (cultural, etc), Simbolismo (recreación en el texto, sobre todo, de metáforas y retoricismos expresivos, a usar para hacerlo ameno e interesante a la vista del lector. Y, finalmente el título. El título es lo más importante ya que éste hará posible que pase desapercibido o no; en definitiva, es el alma de este tipo de artículos.
Reportaje.
El reportaje no es más que un comunicado de extensión, es decir, es una nota de prensa, que lejos de reflejar una opinión mezclando lo subjetivo (la opinión del autor) y lo objetivo (la realidad actual que entraña, o sea, la noticia) como hiciera la columna, este se dedica a refleja una noticia de un modo objetivo, haciendo un ensayo en corto. Normalmente, en este tipo de escritura, se crea una introducción rápida, un nudo con ejemplos y casos objetivos según fuentes de consulta, y un final conclusivo para ahondar respuestas dónde nadie antes había llegado.
Personalmente, en el artículo de columna y en el reportaje, valoro al igual que en el comunicado, una escritura sin demasiados academicismos, parecida al lenguaje político ( de mítin u oratoria de discursos), frivolizándolo con metáforas y otros recursos, generalmente comparativos, y si procede, uniendo el principio con el final del texto, a modo de flashbacks intermitentes. También es importante, aunque nos parezca insulso, empezar una frase con la misma palabra que la anterior.
NARRATIVA:
La estética periodística ha sido patente general del pensamiento literario de las últimas dos décadas. La literatura cada día aboga más por un tipo de escritura categórica, simple, realista y objetiva, tanto en la escena como en la acción. No obstante, propio es del lenguaje literario conservar toda una equidistancia entre lo bello y lo objetivo. Por tal, los retoricismos, o sea, las figuras retóricas, aunque no abunden demasiado en la literatura que se escribe en la actualidad, siguen protagonizándola. Empero, la narrativa actual se desmarca de la tónica idealístico-romántica de nuestros predecesores, y es por esto que el cultivar bien el lenguaje literario para el artículo ha sido una faceta propia de todos los escritores contemporáneos, ya que el mismo hace vehicular un uso lingüístico notable, sin irse por las ramas y tratando el texto, en todo momento, como un ensayo, aunque de un cuento se tratase.
Microrrelato.
Es un cuento que tiene una cabida de 1 a 3 páginas aproximadamente. En este género tienen mucho que ver la recreación escénica (escenografía) y la acción (preferentemente rápida y concreta). El lenguaje que se debe tratar allí es simple, a la vez que rápido. El retoricismo más usado es la personificación, la metáfora y la hipérbole. Los otros, prácticamente no existen siquiera.
Cuento.
El cuento puede ser largo o corto ( a excepción del subgénero anterior). En el cuento actual prima la historia cotidiana frente a las caracterizaciones imaginarias de mundos paralelos y otras, habituales en los años ochenta y principios de los noventa y que ahora sólo tienen cabida en las novelas gráficas o cómics. Diríase que nos hemos volcado a un posrealismo social de la sociedad en la que vivimos, de entre los que destacan con mayor uso: la sátira político-social y la crónica de sucesos espectaculares o efemérides, siempre con una moraleja o una conclusión final, aunque muchos dejan que fluya la imaginación del lector.
Nouvelle.
Muchas veces nos cuesta describir en pocas páginas un hecho o suceso determinado. Es difícil sintetizar un todo en pocas líneas. Por tanto, dentro del cuento, y eso es algo que viene desde la época de Cervantes, escribimos diversas historias paralelas con un nexo común, ya sea contándolas el mismo sujeto escritor o “narrador”, o poniéndolas éste en boca de cualquier personaje que crea. Generalmente este tipo de “cuentos largos” se denominan “nouvelles”, o sea, “novelitas”, y no sobrepasan las ochenta páginas aproximadamente.
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