La razón por la que ellos dos fueron ignorados por las gentes de su entorno y arrancados de la historia finita, que por separado compartían, quiso el destino que se fuera olvidando, para evitar que aquel mal se instaurase ya por siempre en las confusas mentes de quienes una vez los amaron…
Él se fue a luchar al lado de su hermano, y fue tarde cuando comprendió que había perdido la identidad y la dignidad… Fue muy tarde cuando apreció que había perdido más de lo que había apostado, que ya no sabía quién era su hermano y quién no, y que sus manos estaban manchadas de sangre; un rojo tan intenso que no iba a desaparecer por mucho que se las frotase.
Ella nunca hubiera pensado que correría su misma suerte… Ella tergiversó las palabras de la muerte, y quiso poner punto final a su vida saltando desde la ventana de un quinto piso; sin embargo, la fortuna ese día no estaba de su lado, y antes de golpearse contra el suelo se dio cuenta que estaba alucinando, y se iba tropezando en la caída desde sólo un segundo por los colgaderos del patio de su casa. A partir de entonces, todos supieron que quería dejar la vida y que a todos despreciaba porque ya no lograba verlos.
Aunque nadie se merece el resquemor por siempre y deberían haber sido perdonados, cada uno a su modo por haber repudiado la vida que se nos dio, no hubo muestra alguna de comprensión ni compasión hacia ellos, y por eso es que ahora deambulan solos y desterrados de su patria, en soledad y aislamiento absolutos hasta el día en el que se reúnan, y se obsequien con la piedad y el juicio.
Publicado en este blog bajo consentimiento de la autora
www.literaturadart.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario