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jueves, 1 de octubre de 2009

DONDE YACE EL ARTE

"El acto surrealista más simple consiste en salir a la calle con un revólver en cada mano y, a ciegas, disparar cuanto se pueda contra la multitud. Quien nunca en la vida haya sentido ganas de acabar de este modo con el principio de degradación y embrutecimiento existente hoy en día, pertenece claramente a esa multitud y tiene la panza a la altura del disparo." ANDRÉ BRETÓN


He de decirles que, a diferencia de algunos artículos publicados antaño en ésta página, éste utilizará un lenguaje más llano y directo que sus predecesores. Advierto también que hay cuestiones que les parecerán inciertas, e incluso dudosas, pero, aún con todo, es el trabajo de largas investigaciones en el campo artístico, fruto de un movimiento en continua evolución: El Suprarrealismo. Movimiento del que ya publiqué un breviario recientemente, el cual fue, como ya expliqué con anterioridad, fruto de una idea surgida del ensayo "El Neomodernismo Literario" (Ed. Cultivalibros, 2008).

Así pues, y de una forma que no es propia en mí, abordaré el presente artículo con mis manos desnudas, para reflejarles una concepción jamás vista del arte, partiendo desde cero; ya que en éste, mi concepto, no hay siquiera artistas, ni método previo, sólo nosotros y la materia en constante movimiento y transformación. Por tanto, empezaremos desde el principio, formulándonos tres preguntas: ¿Qué es el arte? (¿es acaso un sujeto inanimado, fruto de la investigación del hombre o es algo más trascendental?); ¿Cómo se materializa? (¿es correcto hablar de arte fotográfico e incluso, yendo más allá, del pincel y la fermentación química de los colores como instrumentos creativos?); ¿Cuál es el destino del Arte? (¿Cómo será el arte del futuro? y ¿a dónde desembocarán las nuevas tendencias artísticas actuales?).

Muchas de estas preguntas os las habréis hecho más de una vez, sin encontrar solución alguna. ¡No hace falta que la busquéis! Yo os la voy a dar.

Cuando se habla de arte, la persona tiende a idealizar algo bello, tangible, escénico: UNA PINTURA. Pero eso no es etimológicamente correcto. El arte va más allá. Es una expresión del Ser. Algo que forma parte de nosotros. O sea, hablando en términos seudocientíficos, sería una expresión personal, un enfoque diferente de la realidad con el fin de expresar un deseo, una ilusión, el carácter... Pero, si es una expresión, ¿dónde está la idea primigenia que la hace posible? ¡En la psique del Hombre! Normalmente, el orden de las cosas se refleja en función de aquél que, ordenadamente, describe una realidad, previa fijación de un simbolismo en su obra. Un código abstracto que hace posible su comprensión para un determinado número de espectadores. Pero es cuando ese número de personas va en aumento cuando se valora la obra del autor. El ostracismo original se aparta a un lado para dejar paso a la fama, al éxito... al antiarte. Frecuentemente se ha visto en las diversas variantes artísticas (pintura, música, literatura...) una propensión hacia la masa, en vez de para con el autor. Una visión que, a menudo ha conseguido ceñirse dentro de una posición burguesa de ver la obra como un item, un elemento más con el que comerciar. Y todos aquellos que no siguen la misma línea que esos falsos profetas panfletarios e ídolos de masas...mueren. Se sumen en el olvido, desbancados por miles, al viejo ritmo del que nada sabe, nada vale. Es pues, en esta extrema competencia y en el gusto por realizar valoraciones indiviuales y subjetivas, que nos es inculcada a todos desde pequeños, donde se fundamenta el odio y el fanatismo que lleva al éxito a unos y al ostracismo a otros. Pero, mucho más grave es cuando desde la misma parte creativa, la de los autores, se siguen promoviendo el mercantilismo y el desconcierto creativo, medio una progresiva futilidad en la creación de las obras que hacen del artista un empresario de la masa, carente de ideas y fomentando día tras día la despersonalización de la esencia misma del arte para convertirse en un "showman". Y es que para ser verdadero se tiene que tener una voluntad de hierro. Un impulso que te lleve a romper con todo el organigrama existente. Sólo así podremos crear verdaderamente. Sino, sólo copiaremos. O sea, multiplicaremos "mierda" a tope.








LOS SURREALISTAS







"El payaso no soy yo, sino esa sociedad tan monstruosamente cínica e inconscientemente ingenua que interpreta el papel de seria para disfrazar su locura." Salvador Dalí



Y para evitar que nos salpique, debemos crear algo nuevo. De la nada. No podemos decir "tiene un estilo "dadaísta" o es "sensiblemente conceptual". ¡Y un huevo! Si queremos ser nosotros mismos, tenemos que ser creativos, autores y no copistas. Siempre oigo hablar de plagio últimamente y he de deciros que el más grande que existe es nuestra mente. ¿Hasta dónde puede ésta evolucionar? ¡Hasta donde querramos! Tan solo debemos desearlo. Es precisamente por esto por lo que el escritor, el pintor y el músico siempre acaba profundizando en las mismas ideas de siempre: las de los clásicos, sus antecesores, los de antaño. U aún peor, siguiendo la transparente línea de los contemporáneos, donde un delgado hilillo separa la creación de uno o de otro, sin notarse más diferencia que en el nombre. Eso es lo que nos hace pensar a menudo en la existencia del Arte como un todo ó como un algo abstracto que está suscrito a la voluntad de un reducido número de VIPS.

Sabemos de donde venimos, pero ¿sabemos dónde vamos? Ésta es una pregunta que nos la hemos hecho algunos de nosotros alguna vez. Acto seguido siempre oímos una voz que grita: ¡pero si ya está todo inventado! Y luego nos armamos de cinismo para seguir viviendo sabiendo que, tarde o temprano nuestro idealismo, como elemento insostenible en la sociedad actual, quedará relegado a la nada.







MUEBLES SOFISTICADOS CON DISEÑOS RETRO








El fin de semana pasado, mientras estaba acabando de leer una reseña de la Revista TIEMPO sobre la última novela de Miguel Barroso, "Un asunto sensible" Ed. Mondadori, que trata sobre los crímenes de la calle Humboldt, acontecidos durante el régimen de Batista en La Habana, libro que os recomiendo a todos, al doblar la revista para dejarla en su estado original, mi dedo se encalló en la segunda o tercera página. Casi como si por una casualidad, leí sin querer algunas cartas de lectores sensiblemente enfadados con la sección Visiones, pág. 61 de la Edición del 18 de Septiembre de 2009, donde Vicente Molina Foix publicaba un artículo llamado Dibujos animados. En dicha columna, Molina, dejaba para el arrastre todo el mundo del cómic al negarlo como arte. La verdad, no es que no esté de acuerdo con el escritor pero, como ya contamos en un artículo precedente, en el que analicé la obra de Barry Smith, de la misma forma que la lengua tiene sus excepciones, si el arte es la expresión determinada de una idea medio una visión personal, valga decir que ciertas personalidades del cómic no distan mucho de ello. Personas que han creado belleza fruto de un trabajo esmerado que les ha elevado hacia un plano diferente a otros creadores. Cabe nombrar por ejemplo al español Esteban Maroto, el cual adoptó de la escuela ilustrativa catalana, con todos sus recursos, las aptitudes y nociones generales que le harían perfeccionarse a sí mismo, considerándose allí por los setentas como el mejor dibujante mundial (tanto en cómic como en ilustración), e incluso a día de hoy sigue siendo sujeto de admiración.








DIBUJO DE ESTEBAN MAROTO













¿Es que ya hemos perdido la noción de las cosas? Para algunos tomarán como bueno el "look preppy" de Brad Pitt mientras miran de reojo al indigente que está apostado al lado de su casa. O incluso consideran aceptable leer a una de las pésimas actrices que han pasado nunca por Hollywood, una chica mal criada llamada Megan Fox, que es capaz de anunciar que "con el sexo puedes dominar a la gente" mientras se lame la comisura de los dientes en la misma portada de la revista MAN. Payasadas a tope en un mundo que no deja de sonreirnos con locuras cada día más disparatadas y sucesos de lo más sonados.

Hace más de veinte años nació una tendencia artística llamada LAND ART. Recomiendo un libro de la Editorial Taschen que lleva el mismo nombre y que les puede revelar mucho sobre ese movimiento. Una serie de autores, arquitectos, pintores y personas inquietas de diferentes esferas sociales se unieron para ver si era posible constituir la esencia de la naturaleza como arte. Y la verdad es que lo consiguieron, en cierto modo, claro. Es algo que me dio que pensar cuando vi un artículo en el Diari de Terrassa en el que anunciaba que Xavier González d'Ègara, un pintor amigo mío que vive en Manhattan, había cambiado su método creativo al eliminar todos los instrumentos de los que se sirve el artista, para "pintar" con elementos de la naturaleza. Algo que, hace un tiempo, yo ya hice en los alrededores de mi finca, ubicada cerca de Terrassa. En un bosquecillo que la rodea, encontré todo lo que necesitaba: piedras, pizarras, arena, tierra, hierbajos. Y sin utilizar agua siquiera. Lo aproveché todo y éste fue el resultado:








"VIOLENCIA DOMÉSTICA"



(Técnica de mano. Elementos: Arena, hojas secas y pizarra)













"LA VIDA EN PERSONA"


(Técnica de mano. Elementos: Arcilla, arena, hojas secas y hierbajos)




















Después de dejarme parte de las yemas de los dedos al hacer fricción con dos folios tamaño DIN A4, supe que el arte no estaba perdido. Y el hecho del artículo me lo ratificaba. ¿Es por tanto consecuencia del mismo este movimiento regresivo que lleva al hombre a fusionarse con la materia para crear pinturas murales como nuestros ancestros? No me atrevería a decirlo. No obstante sé algo. Contra el orden, uno tiene que rebelarse, y el producto de esa fuerza inusitada puede reverter en un colgajo o en algo puro, abstracto e incluso ridículo, pero que es diferente, ya que no viene de nada ni va a ninguna parte. Es etéreo. Es el punto medio de las cosas. En ese estado inconsciente del hombre como anunciaban los dadaístas. Es allí, creo, donde se encuentra la revolución esencial de las cosas.

Copyright:

Artículo:
©Ángel Brichs Papiol


Pinturas a mano:

©Abi Pap, 2009

2 comentarios:

Elsa Gillari dijo...

Sin duda, hace mas de 70 años que surgió el antiarte el DADÄ no se ha generado nada nuevo. Pero parece ser que todavía muchos artistas no conocen siquiera a Marcel Duchamp, Man Ray, Bretón, Tristán Tzsara y muchos mas formadores de un movimiento que sigue joven. Incluyo en el arte el Comic, admiro a Mordillo con sus"monitos" mudos creó arte que recorrió el mundo pero no lo incluyen como tal siendo un gran artista. Comparto tu artículo en su totalidad. Como artista no me cuestiono que estilo tengo y si le va a gustar a la gente mi obra, solo exteriorizo mi esencia humana que no se inihibe a mostrarse. No me interesa tener un engrosado CV que solo es pasado mi visión es "el ser humano de hoy" sus códigos. Excelente. Felicitaciones. Espero por mas.

Unknown dijo...

El arte no está perdido. Sólo que hay un grupo de mafiosos que quieren hacer pasar porquería por arte. :) Ahora parece ser que la mejor manera de enterarse de la existencia del arte (y no de la bazofia que nos dicen que es arte) no es ir a un museo, sino buscarlo en internet.

Para contrarrestar ese mal existimos algunas personas que, a pesar de estar un poco relegadas, sabemos que tarde o temprano llegará el momento en el que el arte sea reconocido nuevamente.

Un saludo :)

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