¿DÓNDE SE ENCUENTRAN TODOS ELLOS?

Una diversidad de autores españoles conquistaron la escena del cómic y el pulp durante una década. Fue en los noventas. Gente como Saladrigas, Bernet, Beá y muchos otros nos tuvieron inmersos en un cambio de ideas y nos hicieron más vivibles todos los cambios de tureca "política" que vivió este país. Por desgracia, a día de hoy, ese formato de concebir el cómic como un método de expresión de una clase, de una sociedad, de un simbolismo constante al margen y en connivencia con nuestra forma de vida, ha desaparecido. Este tipo de literatura gráfica, por muchos entendida como historieta en su talante despectivo rehusando calificarse como arte independiente, ha sucumbido al yugo de la estética comercial de bravatas manga con versión europea como son los últimos éxitos de Glénat. Sólo se trata de vender en masa. Ya no interesa aquello que trasciende o quiere significar algo. Sólo miramos lo que nos gusta, al contrario de lo que nos inquieta. Pero, ante todo, cabe decir que lo que nos sucede a nosotros no es vehículo de pruebas para otros países. Para ello, veamos el caso de Watchmen o Trasmetropolitan, auténticos conductos gráficos de una sociedad que aún dista mucho de conseguir su plenitud, y donde los cambios sociales se suceden continuamente al ritmo de los avances tecnológicos e informáticos que nos pueden reducir cada cinco años a fósiles del cuaternario. Por eso, les necesitamos, a lo que nos preguntamos: ¿dónde se encuentran?