En la fotografía: Algunos de los últimos diseños de Krsmanović. El cambio de ciclo en materia de moda que ha sumido occidente en los últimos años, recrea, de la misma forma que lo hace Maja, una vuelta a un estilo clásico o Retro, resaltando a la nueva mujer del s. XXI como una figura esbelta provista de un criterio e inteligencia que la de hace veinte años carecía. Es así como nos lo indica esta diseñadora serbia, con sus "pantalones harenes" de color fucsia y el turbante (posiblemente rematado con un "broche" de oro y piedras preciosas), que rezoman un estilo claramente turco, provisto de una esquisita belleza, y a la vez, simplicidad. Hecho que podemos comprobar al encontrarnos delante de un soberbio vestido de noche tanto por su simplicidad, ya que se compone sólo de dos piezas, chaleco y vestido entero con escote color plata y cuello alto típico de la nobleza voivoda de los s. XV-XVII; como por su belleza lírico-expresiva que el mismo entraña. Mientras que en otros modelos, la diseñadora clama por implantar su estilo. Estilo que se nos antoja arriesgado y algo pícaro, provisto de todo tipo de "transparencias", "corselettes" y otros retoños que distan mucho de pasar de moda todavía.
Los países eslavos, años atrás dentro de la esfera de repúblicas satélite de la URSS, a día de hoy se nos descubren, tras los últimos veinte años de la caída del Muro, como caldos de cultivo de tendencias y estilos diversos que se desenvuelven dentro de una miasma de ideologías yuxtapuestas al orden impuesto por occidente y que tras largos años de aislacionismo cultural y económico, sus habitantes se alzan para mostrar al mundo con unos ideales que no son muy diferentes a los nuestros y que luchan por salir. Y son las nuevas generaciones, provistas de una visión crítica que no tenían sus padres, las que han hecho posible esos logros. Maja Krsmanović es, sin duda alguna, una de esas jóvenes que proyectan ese cambio social que trasciende poco a poco en esos países, en su caso y muy en particualr, Serbia, saliendo de un aislamiento forzoso para visualizarse hoy día, después de Bulgaria o Grecia, como uno de los países de Europa donde la industria de manufactura y fabricación textil está muy lejos de desaparecer.
Pero fue gracias a la apertura económica que propició la caída del régimen anterior, como consecuencia de la última Guerra de los Balcanes, lo que ha lanzado a estos Estados de estructura parcialmente feudal en focos de la efervescencia cultural y económica, donde unos retazos de libertad se nos han mostrado como un revulsivo suprademocrático que promueve las excelencias creativas más arriesgadas y los diseños más vanguardistas. Y eso, sin lugar a dudas, se nos plasma directamente en Maja.
Esta diseñadora se nos descubre como la nueva mujer serbia, independiente, indómita, habiendo asumido su pasado incierto y que lucha por tener un futuro mejor, descargando por ello su ira creativa con franqueza. Mediante algunos de los diseños que ha tenido el gusto de traernos aquí para que se los valoráramos, los cuales representan una mezcla singular entre un estilo Barroco del S. XVII y un posmodernismo estilístico sin precedentes, Krsmanović se eleva como el prototipo perfecto de esa mujer que prima por conseguir su lugar en el mundo. Hecho que muestra perfectamente en sus atrevidos diseños, pero sin romper con la tradición histórica de su país, incluyendo motivos y tallas propias de otras épocas, a medio camino de lo Retro o Vintage, donde realidad y ficción se mezclan con colores aguerridos y perfiles no menos embellecedores, en los que el regusto por lo ornamental se funde con la exquisitez. No se trata de una vulgar recreación barata que podemos encontrar en diseños como el de la firma "French Cancan" de R. Coloma. Nada es gratuito en Krsmanović, la cual reviste en sus mejores galas un estilo original, que se vuelca en lo simbólico y se instala en un nuevo formato de mujer, salvaje e implacable, pero que imprime una delicadeza de lo sutil, que ama lo prohibido y que fantasea con una época de glorias pasadas.
Estos tocados se nos antojan como vestigios de una época anterior, deviniendo en un estilo claramente otomano, que se inspira directamente en los motivos turcos por los que se influyó la cultura Serbia a partir de la Batalla de Kosovo Polje (1389), en la que la mayoría de territorios de la antiguo Reino de Stefan Dusan fueron anexionados por el Gran Turco.
El territorio serbio, unión de diferentes estados que durante los siglos han sido centro de muchas de los grandes conflictos bélicos de la Historia, es un decálogo de pueblos y culturas diversas que han conformado un estado plurinacional compuesto por croatas, serbios, eslovenos, dálmatas y musulmanes.Y es por tanto, en ese territorio dinárico donde nuestra diseñadora busca las fuentes de su creatividad, vistiendo unos diseños que representan estilos únicos del país de origen en el que fueron creados, Serbia; mostrándose al mundo en una rara mezcla donde la cultura y la belleza se unen en una armonía argumental donde nada es artificial, algo que podemos apreciar en cierto modo con los fourreures de Z. Murad y los vestidos arabizantes de una óptica claramente Rococó de Dior. Pero no se trata del París del Rey Sol ni de la Constantinopla del Gran Turco sino del sustrato balcánico de siempre, de un país en el que se unen dos mundos: el oriente y el occidente, creando un concepto nuevo, donde el lujo y lo tradicional se unen en un nuevo "fashion design" que tiene mucho qué decir.
Un nuevo concepto de moda en gran manera influenciada por un estilo novecentista ha hecho mella en los últimos años en el panorama internacional de un u otro modo. Asimismo, los diseños más exclusivos en joyas aluden a un Art Decó donde los grandes broches de piedras preciosas, gargantillas y colgantes se han convertido en las piezas más codiciadas, mientras que los diseños hindúes (que no solo son de seda, en contra de lo que algunos aún puedan creer), y los nuevos vestidos de gasa libaneses de diseñadores como Elie Saab, después de casi ochenta años, vuelven a ser noticia. ¿Por qué pensar luego que ese barroco aletargado en lo tradicional pero que transpira una perversa originalidad de Krsmanović, no pueda tener consistencia? La tiene. Y más que nunca. Y es este mundo globalizado en el que vivimos el que le dará la respuesta.
Nacida en Belgrado, Serbia (1983), Maja Krsmanović se nos presenta como el prototipo de la nueva nueva mujer serbia que superó los empaques de la última guerra de los Balcanes, alzándose con una creatividad propia de la mujer occidental. Graduada como técnica económica en la Escuela de Económicas de Belgrado, en el año 2002, tras comprobar su interés casi innato que se manifestaba por su vocación al mundo de la moda, se tituló como Diseñadora textil en la Escuela de Diseño de Belgrado (2005), título por el que lleva ejerciendo hasta la actualidad como diseñadora profesional, trabajando, como asistente-diseñadora, diseñadora gráfica y diseñadora en sí misma, para firmas como "Mona", "Modus", "Panther" o "Colours & Beauty".
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De la fuente para la biografía e imágenes:
Maja Krsmanović©
Introducción y artículo:
LITERATURA DEL MAÑANA©
Publicado en este blog bajo el consentimiento de la autora:
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