En esta ocasión, y tras dar amplia cobertura a la versión extendida de la entrevista de Padrós, les ofrecemos una segunda entrega de la misma, en lengua castellana, para satisfacer el interés de todos aquellos que se quedaron sin poder leer la primera. Aunque ésta representa la versión resumida de la entrevista original, realizada en catalán, pocas son las cosas que se han quedado en el tintero, trayéndoles para esta ocasión, por lo tanto, las partes más destacables del reportaje que realizó Brichs. ¡Qué lo disfruten!
Lo que es contradictorio a mí me interesa, por el solo hecho de serlo. No hay ninguna verdad absoluta. En nada. La contradicción es como la liberación del absoluto. Es la subversión más profunda del Ser. A.Padrós
A. B.: ¿Cómo empezó?
A.Padrós: Desde pequeño tuve facilidad con el dibujo, cosa que me permitía huir, creo, de la oscura realidad de la posguerra. Más tarde, empecé a trabajar en un banco, luego, la única escapatoria que había era inventarte la realidad, sublimar la realidad; y la pintura era la herramienta perfecta para hacerlo. Después de hacer la "mili" con un grupo de amigos, formamos un grupillo. Marc Molins, Marta Pessarrodona, Joan Carles Cabezas y Anna Alavedra, en fin, éramos un grupo que, en cierto modo, conducía la Paulina Pi de la Serra, que era nuestra mentora y amiga. Así fue como nos convertimos en el Grupo de Terrassa. Hice mi primera exposición en una colectiva donde participamos todos; Marta con sus poemas y los otros, en pintura o fotografía. Años más tarde, y después de una exposición en la Sala Gaspar de Barcelona, decidí que con la pintura no había suficiente, me sentía limitado. Fui a parar a una escuela privada de cine de Barcelona: la escuela Aixelà. Allí me encontré muy a gusto; los profesores, personajes que marcaron un antes y un después en mi trayectoria profesional (Pere Portabella, Miquel Porter, Romà Gubern, Vázquez Montalbán); un mundo de cultura que luchaba y hacía "boicot" a la cultura institucional del Estado. El Mayo francés acababa de producirse. El posicionamiento y la anticultura estaban en marcha; el libro de Herbert Read “Al diablo con la cultura” y el “Tratado del saber vivir para uso de las jóvenes generaciones” de Raoul Vaneigem, fueron los libros imprescindibles en la década de los 60 y 70.
A.B.: En sus obras podemos encontrar ciertas similitudes con Lichtenstein o Warhol. Usted mismo, de la misma forma que en la época en la que vivió de joven y de forma plena el mundo de la cultura, el hilo conductor fue un arte joven, seudocomercial, denominado POP. ¿Se identifica con esta visión?
A.Padrós: Hice algunos viajes a Londres y allí, el Pop Art se respiraba en la calle (Carnaby Street, los Beatles, Blow-Up, etc). Quizás sí que para mí significaba algún tipo de evasión de la realidad, pero aquí también estaba en el aire, o al menos, para eso de huir de la puta realidad; lo más pop que teníamos era la Marisol y Joselito, yo de todas formas, no era consciente de que hacía Pop Art. Joan Perucho, escritor y crítico de arte de la revista Destino, fue el artífice de que yo fuese a la Sala Gaspar de Barcelona, una de las galerías más prestigiosas del momento. La exposición en la Gaspar se tituló "Nueva Figuración", nada de Pop Art. Los años han pasado y en el 2004, en una gran exposición que se hizo en el Museo de Arte Moderno de Girona con título: "El legado del Pop Art en Catalunya" me incluyeron con dos lienzos que se encuentran colgados aquí. –me hizo un gesto en su estudio para indicarme una pintura en la que sale Marilyn Monroe…
A.B.: En su planteamiento de la pintura y el cine se podría considerar como alguien independiente, que rompía con todo y se alejaba de los estereotipos...
A.Padrós: Yo me consideraría un auto-marginado. ¡Sí, auto-marginado! Por la mañana trabajaba en un banco y por las tardes pintaba o hacía cine. Creo que lo dije hace tiempo en una conferencia: por las mañanas Dr. Jeckill y las tardes Mr. Hyde.
La fama me la trae floja y lo trascendental me resbala. No tengo ningún interés en la fama. Yo sólo creo en en el trabajo bien hecho. A.Padrós
A.B.: ¿Cómo se considera Vd.? ... ¿director de cine, artista o creador?
A.Padrós: Dejémoslo en creador . Ni artista ni director de cine, ya que eso lo encuentro bastante convencional. Cuando dicen: -¡eres un artista! ¡Por Dios! Cuando me dicen eso, me parto. ¡Oye! ¿Artista de qué? Hago lo que hago y basta. ¡Se acabó!
A.B.: Los años en que se crearon sus primeros cortometrajes coincidió con el declive del régimen franquista en España. Esta estética reaccionaria que incorporó en sus films va con Vd. o es una consecuencia de la mentalidad liberal de aquellos años?
A.Padrós: En aquellos tiempos nos servíamos de todo tipo de armas para luchar contra la dictadura, en mi caso intentaba, mediante las imágenes, que mi mensaje fuese como mínimo, subversivo.
A.B.: ¿Fue considerado por el régimen como un ciudadano molesto, -o sea, y no querría ser malicioso al hacer la metáfora- como un “Pimiento del Padrón”, de los que pican?
A.Padrós: No, quizá era mi inconsciencia consciente la que incomodaba más, y que se limitaba a dinamitar las bases más "sagradas" de la sociedad de la época. Escandalizar siempre es algo molesto. En los “Encuentros de Pamplona” en el año 1972, creo que me secuestraron dos cortometrajes: "ICE CREAM" y "PIM, PAM, PUM, REVOLUCIÓ". Pero eso en aquellos tiempos pasaba en las mejores familias. El ministro de cultura era Fraga Iribarne y estos encuentros representaban un intento de apertura a los movimentos culturales del país. Todo un "fiasco".
Lo que está bien o mal... yo no creo en barreras infranqueables. Me considero un inmoral. Cuando naces eres libre, el bien y el mal se adquiere con el tiempo y con la complicidad de la sociedad. Opino que, el verdadero estado del hombre reside en la inocencia, más allá del bien y del mal. Y estar al margen de todo este montaje de la religión, patria y familia te hace ser, a la vista de los demás, un inmoral. A.Padrós
A.B.: En esos films de presupuesto había poco, ¿no?
A.Padrós: No había presupuesto, el negativo era de la casa DuPont y caducado. Pero sabíamos que la imaginación es poder y eso, a la larga, es lo que sobrevive.
A.B.: ¿Los actores de sus películas eran profesionales o gente que estudiaba en academias de cine?
A.Padrós: Algunos sí, pero muchos no eran ni actores. Era gente de la calle que, por su físico o algún rasgo suyo, me interesaban para algún papel determinado. Yo tuve la suerte de trabajar con una actriz extraordinaria. Es de Terrassa y se llama Rosa Morata. Muy poco convencional, que es lo que me interesa. Somos amigos de toda la vida y parte de los éxitos de mis películas las comparto con ella.
A.B.: Aunque destierre de su lenguaje la idea de ser considerado como un artista, ¿sabe que con el formato conceptual que aborda en films como “Lock out” o “Ice-cream”, que lo hacen separar del cine comercial para adentrarse en un sistema experimental o como a menudo se denomina por la crítica como “underground”, se ha ganado aquel título?
A.Padrós: No me he detenido nunca a pensarlo. Que digan lo qué quieran, underground, independiente, marginal; me da igual. Me limitaba a hacer cine de la mejor manera que sabía, eso sí, me creía lo que estaba haciendo; quiero decir que a mí me gustaba y, naturalmente, no pensaba en posibles espectadores. Ahora se ha demostrado que, según afirman los expertos, en todo España, el único underground soy yo. Estoy sorprendido y alucinado; lo que si puedo decir es que actuaba como un verdadero kamikaze, dándolo todo por perdido; desde el principio, nunca he esperado nada de nadie.
A.Padrós: A mí, Tarantino no me interesa nada.
A.Padrós: (ríe) Es que no lo veo. Tengo derecho a decirlo. No es que no me guste, es que no me interesa. Y, lamentablemente, la gente que estudia cine en el ESCAC, lo tienen como su santo patrón; la mayoría son Tarantinos en potencia. ¡Ay, si Rossellini alzara la cabeza, y con él toda la tradición cultural europea que hay detrás de un cine que ahora, por desgracia, se encuentra en peligro de extinción!
A.B.: Eso quiere decir que el cine... ¿Cómo ve el cine que se hace en Catalunya, en la actualidad?
A.Padrós: Creo que no existe, el cine que se hace en casa, o es un cine anodino. Es como un viejo conocido que se repite hasta el agotamiento, digámoslo cine comercial o, por otra parte el cine pretendidamente experimental, aburrido y que no aporta absolutamente nada, quizá sólo el silencio más absoluto, como única iconografía trascendental.
Es una cagada. Una cagada total. Y no doy toda la culpa a los jóvenes que desean entrar en este mundo del cine. A mí me preocupa, porque el tipo de cine pedante, brillante y más bien vacío que es inducido por algunos irresponsables, no tiene nada que ver con el séptimo arte ni con los innatos talentos por descubrir de muchos de ellos. Un arte mercantilizado sin experimentación y sin ningún tipo de bagaje cultural detrás, tan sólo la mecánica de la perfección para conseguir un hipotético Óscar. ¡Patético! A.Padrós
A.B.: ¿Cómo cree que debería ser el director perfecto?
A.Padrós: Es que yo no creo en la perfección. Para mí la perfección es el cine de Passolini, con todas sus contradicciones y su falta de rigor cinematográfico; lo que vale es el fondo y no la forma y en eso, Passolini fue un poeta.
A.B.: Cuéntenos alguna efeméride. Alguna cosa suya que no sepamos y que impacte a nuestros lectores.
A.Padrós: Cuando me dieron el Oso de Oro en Berlín, en el 1978, en una recepción en la que nos recibió el entonces canciller de la RFA, Walter Schell; me presentaron como director español y él me dijo así en francés: "Ahh, monsieur, vous etez espagnol? Vous etez de Madrid? Oh, non, je suis de Barcelone. -le contesté Y dijo él: Alors monsieur, vous n’etez pas espagnol, vous etez catalan." Eso, en el año 1978, lo encontré extraordinario. Un alemán, jefe de gobierno, con una claridad y fineza magistral tiró por los suelos todos aquellos argumentos que en esos momentos esgrimía la derecha española, con el Sr. Suárez en la cabeza del gobierno, que decía que no se podía enseñar catalán en la Universidad, porque no existían las palabras específicas para definir las distintas materias en los libros de textos, en aquel idioma. La Incultura al poder y así seguimos.
A.Padrós: Tengo varios guiones, uno de ellos tenía que realizarse en coproducción con Alemania. Era una historia de vampirismo, de vampirismo urbano... Fue premio de guiones del "Instituto de las Letras Catalanas" (1990). Se trata de una historia muy ambiciosa: “LA MIRADA”, donde las dependencias y las submisiones se encuentran potenciadas por el círculo estrecho en que se mueven. Otra es “OMBRES DE FOC”. Ésta es una historia de amor que va más allá de la muerte, un falso Werther y una falsa Lotte en un reencuentro imposible, donde las palabras pierden su significado y la acción se transforma en un "tempo" plenamente operístico. También existe una serie de cuentos góticos de terror, de un terror sicológico bastante inquietante y “MUDANCES I TRANSTORNS”, una historia multirracial de parejas que se unen y desunen. De proyectos tengo muchos. ¿Y qué hago? De mientras, actividades diversas: escribir, dibujar, leer, pensar…ver cine. Pero todos estos proyectos se perderán irremisiblemente por la ley natural de lo efímero, como yo mismo.
A.B.: O sea que, ¿podemos encontrar a Padrós dentro de algunos años dirigiendo una película?
A.Padrós: No lo sé, tampoco digo que no, pero de momento digo lo que Fassbinder: “ya dormiré cuando esté muerto”
A.B.: Bien; dejemos aquí la duda. Ya lo sabremos...
Algunas notas sobre Antoni Padrós...
ANTONI PADRÓS I SOLANES. Director de cine. Precursor del cine underground español y europeo a finales de los 70'. Sus films más reconocidos fueron "LOCK OUT", "ICE CREAM" o "SHIRLEY TEMPLE STORY", ganador con éste último del “Oso de Oro” en el Festival de Berlín, en representación de toda la participación española (1978) y el Âge d'Or de Bruselas en el mismo año, como resultado final de una competición muy reñida, enfrentándose a directores de la talla de Bigas Luna, Peter Handke o Werner Schroeter. Este mes de Enero de 2010, se realizará un homenaje de los “Encuentros de Pamplona 1972: Fin de fiesta del arte experimental”, hecho por el cual el Museo Nacional de Arte Reina Sofía proyectará algunas de sus películas, y en Abril, "La Casa Encendida" de Madrid también le obsequiará con un extenso ciclo sobre toda su filmografía.
Para saber más, consulten el siguiente enlace:
http://literaturadart.blogspot.com/2009/12/antoni-padros-i-el-seu-cinema.html
Copyright:
Del artículo, reseña y entrevista:
LITERATURA DEL MAÑANA©
Con la colaboración de:
Ángel Brichs
De las imágenes:
Antoni Padrós©
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