¿Qué lecturas os seducen más?

domingo, 6 de junio de 2010

Poetas de nuestros días: Beatriz Iriart



''He visto a altivos terroristas fundirse al ser interrogados y a otros que no apartaban la vista al mostrarles las fotos del daño causado''.
Baltasar Garzón
Ex juez de la Audiencia Nacional



Cuando nos hablan de causas imputables, cada día atestiguamos más hacia quién ha causado el daño que las consecuencias que el mismo causó. Nos hablan de cordura, y no la hay. Nos hablan de los efectos, y no los vemos hasta que se nos vienen encima. Nos hablan de...

Uno de los pueblos que sufrió y sufre, día a día, muchos de esos vilipendios es el hebreo. ¿Se lo merece? Algunos dirán que sí, otros... Mas, después de todo lo que ha sufrido ya, ¿hay alguien que sea capaz de negarle la sombra de la duda? ¡Sí, y muchos! ¿Por qué? Quizás por su carácter, su emprendeduría, su capacidad innata para los negocios y el comercio en gran escala que les ha llevado a percibir, a lo largo de la historia, el poder que han ostentado y siguen ostentando. Pero, del mismo modo que los progromos teutónicos y las masacres del Yom Quippur y de la IIª Guerra Mundial promovieron su libertad y endurecieron su carácter, hecho que les valió el poder conservar lo que les fue dado, ningún fin justifica los medios. Venga de donde venga. No obstante, cabe añadir que el pueblo judío ha sufrido, en sus carnes, y en los últimos setenta años, algo que ninguna raza ha sufrido en siete mil años de civilizaciones.
Con profundo pesar y gran estupefacción hemos visto en estos últimos días el triste suceso de 'la flotilla de la libertad', y no nos ha dejado indiferentes. Seis meses lo separan de otro grave incidente: el bombardeo de Navidades a las zonas de Gaza y Cisjordania. ¿Qué debemos hacer, entonces? ¿Debemos acallar nuestros miedos y salir a la calle a protestar? ¿O debemos recordar los más de ocho millones de judíos muertos desde 1939, en nombre de los derechos humanos?
-¿Contra quién tenemos que manifestarnos?-Ésa fue la pregunta que le realicé a un dependiente judío cuando salía de una tienda de alhajas en el Zoco de Marrakech en 1992, pocos días antes del atentado. Él me respondió: ''Contra vosotros. Por vuestra ignoracia. ¿Acaso os creéis árabes o judíos? Sois vosotros los que inculcasteis el odio que el gran Mufti nos profesó desde antes de la segunda guerra mundial. Fuisteis vosotros, con vuestros cruzados quienes nos exterminasteis y tuvimos que emigrar a Rusia por ello. Vosotros, que habéis intercedido por nosotros, como árbitros de un juicio parcial e instigador de todo lo malo que ni mongoles ni persas ni árabes nos hicieron nunca. Debéis comprender ya que Israel es lo que es gracias a vosotros. Los pueblos árabe y judío siempre vivieron en paz y armonía. Alexander inventó nuestras fronteras y Nasser las confirmó. Y nuestra culpa, nuestra culpa, ésta es por haberos permitido que intercedierais por nosotros. Pero, ¿acaso teníamos alguna posibilidad tras la guerra mundial? Sí, quisimos coger lo que era nuestro, y vosotros hicisteis lo posible para aseguraros años de conflictos bélicos que llenaran vuestras arcas y nosotros estuviéramos más divididos, inventando estados como Jordania, Iraq y el Líbano, los cuales nunca antes habían existido''.

Fueron palabras muy duras, que se me quedaron grabadas para siempre en mi memoria. Una tras otra; palabras que, me hicieron ver que ese intervencionismo que nos ha vendido occidente no era la solución. Por ello, al leer los versos de Beatriz Iriart, con la objetividad periodística que la caracteriza, nos armamos con visiones de esa realidad semita que, lejos de causarnos agravio o verla con parcialidad, nos ayuda a conocer, y comprender, con ávido sentido común y apego a lo que no es nuestro, compartiendo unas realidades que nos conducen a esa faceta humanista y existencial que el Ser Humano siempre ha cultivado para sí. Experiencias que nos llevan a retrospectivas históricas y obtener un criterio personal, y no general ni siquiera impuesto, de acontecimientos pasados que no dejan a nadie indiferente:



THE ORCHARD
To Raul Zeleniuk's memory

At the orchard
Have bloomed seven
of your "incipient ladies of the night".
Seven were their screams,
seven are the memories,
seven your deaths
and your "incipient ladies of the night"
bring seven lives
when the sun goes down,
and I
await.




Copyright:

Del poema:
Beatriz Iriart©


Introducción:

Ángel Brichs©


Imagen:

Abi Pap, 2010©


Publicado en este blog bajo el consentimiento de los autores:





1 comentario:

Félix Esteves dijo...

Es un gusto pleno para mi ver que el trabajo poético de la insigne poetisa argentina Beatriz López Osornio sea conocido y reconocido por la crítica mundial, poco a poco se ha ido colando en las conciencias de todos, recordandonos la historia, esa historia que a veces parecemos olvidar o que simplemente dejamos al lado por temor, porque nos queremos hacer los fuertes y entonces obviamos. Mi agradecimiento total a LITERATURA DEL MAÑANA que se ha hecho eco de grandes poetas y escritores que se pierden en la gran jungla de papel y del ciber-espacio, dandoles asi la oportunidad de ser conocidos y leidos, y la oportunidad a nosotros los asiduos lectores de buena y nueva literatura a conocer lo que se hace casi en incognito en otras partes del mundo.

Beatriz amo tus letras aunque a veces me hacen llorar.

Félix Esteves

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