Un mar de piedra
me impulsaba en mis deseos
de reencontrarme con mi Ser
y los recuerdos
de mi pasado
de mis veranos
de la pesca
de mis rocas, y piedras
de mi mar.
en doce años de tránsito estéril
y frutos inalcanzables
todo sigue igual,
allí, perdido;
las piedras descompuestas
igual de maltrechas que antes
e imperfectas como ahora.
En esa parte de la costa
poco poblada y cerca del tumulto,
el bullicio no se acerca
sólo pocos boys
solos y desnudos
muestran sus carnes
y deshacen sus vergüenzas.
me quedo en medio,
con cuatro postes de madera
corroídos por vendavales,
tormentas y mareas,
allí me quedo,
entre la sal del mar
y mis pensamientos.
Copyright:
Poema:
Ángel Brichs©
Imagen:
Abi Pap, 2010©
No hay comentarios:
Publicar un comentario